sábado, 26 de mayo de 2012

cronica...HASTA LA MUERTE (II): “ADICTOS A LAS RAYAS”

HASTA LA MUERTE (II): “ADICTOS A LAS RAYAS”
Por José del Bosque
Fue en 1998 cuando nació la hinchada que en innumerables ocasiones se ha considerado como la
mejor afición de México, por el factor constancia y asistencia. La hinchada en cuestión es La
Adicción, una barra popular que nació a través del desmembramiento de otras porras oficiales del
equipo que en esta ocasión protagoniza esta plana, los Rayados del Monterrey.
Para entender el surgimiento de La Adicción, toca hacer un breve recorrido histórico por los
archivos del equipo regiomontano. El Club de Fútbol Monterrey, el equipo más antiguo del norte
del país, nació en 1945 por el afán de un grupo de empresarios regios que buscaban crear una
alternativa distinta al béisbol. Llamándose simplemente “el Monterrey”, discurrieron por la
primera división unos pocos años, incorporándose luego al sector de segundo nivel. Fue en los
sesenta cuando la escuadra norteña regresó al máximo circuito, y gracias a la costumbre en el
diseño del uniforme, que consistía en rayas azul marino y blancas, se fueron ganando el mote de
los “Rayados”. Fue en 1986 cuando lograron su primer campeonato, de la pierna, entre otros, de
Francisco Javier “el Abuelo” Cruz. Por aquellos años, el equipo funcionaba bajo las órdenes de
Jorge Lankenau, banquero fundador de los grupos financieros ABACO y CONFÍA, que más
tarde sería acusado de fraude. Para los noventa, cuando Lankenau fue procesado, el equipo pasó a
manos gubernamentales, entrando ahí los Rayados a una profunda crisis económica y futbolística.
Tocaron estadísticas del descenso, mientras que el plantel y cuerpo técnico dejaban mucho que
desear. Los resultados no eran buenos y las entonces porras, “La Barra Rayada”, porra oficial que
se ubicaba en la zona de preferente, y “La Furia”, instalada en el área de general, debilitaron
drásticamente su apoyo.
RAZÓN Y PALABRA

“Deporte, Cultura y Comunicación”, Número 69
El 24 de octubre de 1998, cuando Monterrey enfrentaba a América en la cancha del Tec, y el
marcador era irreversible, miembros de ambas porras comenzaron a abandonar el estadio. Esto
causó un zafarrancho entre aficionados rayados de “La Furia” que reclamaban el poco aguante de
los desertores. En aquella zona de la tribuna sólo quedaron diez integrantes de la porra.
Reacomodaron los “trapos”, intercambiaron impresiones y sugirieron la creación de una nueva
barra.
Extrayendo la característica medular de las barras sudamericanas, el “aguante”, basaron la misión
de la naciente hinchada en no dejar de apoyar, cantar, ni tocar, pese a las circunstancias de los
partidos. Decidieron no buscar convertirse en porra oficial, a sabiendas del gasto económico que
eso representaba para la institución. Uno de los pioneros de esa barra en gestación sugirió un
nombre que tuviera que ver con lo que él sentía por aquellos colores, un vicio, una droga, surge
ahí el título de La Adicción.
El partido siguiente fue un amistoso ante el Deportivo Cali de Colombia, cuyo propósito era
recaudar fondos para el equipo, que iba en picada. La Adicción acudió al Tec con el típico arsenal
de “trapos”, “bombos”, y un modesto repertorio de cánticos. No eran más de veinte, pero en
ningún momento dejaron de cantar. Por su parte, “La Barra Rayada” y “La Furia” no acudieron al
encuentro ya que la directiva no podía pagar sus entradas.
Por esas fechas, el rumbo de La Pandilla, como suele llamarse también al equipo, daría un giro
inesperado. La empresa liderada por la familia Garza Sada, FEMSA, embotelladora de Coca-
Cola, y operadora de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y la cadena de autoservicios Oxxo,
dio la noticia de que compraría el equipo. Jorge Urdiales tomó la presidencia del club y comenzó
una nueva etapa para los Rayados, ya apoyados por la cada vez más grande Adicción...
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link..http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/1995/199520330033.pdf

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